viernes, julio 06, 2007

Magnum 60

“Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado lo suficiente”, decía Robert Capa, uno de los fundadores de la agencia de fotografías Magnum, quien además fue el primer corresponsal de guerra americano muerto en Vietnam. Incluso antes de la invasión. Cada uno de los cuatro fundadores de Magnum puso US$400 para poner en marcha una de las más prestigiosas e innovadoras agencias de fotos, con una regla muy clara: la excelencia. De cada 70 fotos sólo una podía se publicada. Ese era uno de las máximas, en momentos en que la fotografía digital no existía. Hoy Magnum cumple 60 años de vida en un ambiente de incertidumbre. Los medios han cambiado y la competencia para los herederos de Henri Cartier- Bresson, David Seymour, George Rodger es hoy diferente, dura e incluso injusta. La belleza está dejando de ser el patrimonio de los fotógrafos profesionales, como el contenido de los periodistas. Los que hoy están “suficientemente cerca” no sólo son los aventureros como Capa, sino también los ciudadanos que cargan una cámara o un celular. No cabe duda que hoy los sueños no tienen la misma fuerza de la Magnum que nacía, pero tampoco han dejado de ser patrimonio de unos pocos atrevidos.

www.slate.com/id/2168565/
www.digitaljournalist.org/issue0706/magnum_intro.html
http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Opus/Magnum/
La agencia de fotografía más célebre del mundo,fundada en 1947, cumple 60 años en un momento deincertidumbre. Las imágenes que hoy nos conmocionanson instantáneas de aficionado: es el caso de lasicónicas fotos de las torturas en la cárcel iraquí deAbu Ghraib, tomadas como recuerdo por el soldadoCharles Graner. Y, sin embargo, basta echar un vistazoa la producción de Magnum para captar qué lasdistingue: contienen belleza, es decir, inteligencia. Vistos a la distancia de seis décadas, los hombres quefundaron Magnum se alzan como gigantes. Lo eran ya ensu época y el tiempo les ha hecho crecer.

Como exigen los cánones del periodismo romántico, todoempezó con un tipo al que un amigo, el escritorWilliam Saroyan, definió como "un tahúr profesionalque tomaba fotos entre partida y partida". El "tahúr",André Friedmann, nació en Budapest en 1913. Dejó supaís con menos de 20 años y se estableció en Berlín,donde descubrió la Leica, la cámara pequeña y fiablede la que nació el fotoperiodismo. Friedmann descubriótambién que el Berlín de los años treinta no era ellugar más aconsejable para un judío como él. Volvió amudarse, esta vez a París. En 1934 conoció en un barde Montparnasse a otro joven judío exiliado, el polacoDavid Chim Szymin (Varsovia, 1911).

Poco después,Friedmann y Szymin hicieron amistad con un artistalocal llamado Henri Cartier-Bresson, pintor, cineastay, desde 1930, propietario de una Leica de 35mm conlente de 50. Chim Szymin, que adoptó el seudónimo David Seymour,encarnaba la conciencia. Cartier-Bresson, que nuncacambió de nombre, la sensibilidad estética. AndréFriedmann, que eligió llamarse Robert Capa (se creeque como homenaje al director Frank Capra), el ansiade vida, de verdad y de aventura. No lo sabían aún,pero estaban destinados a pasar a la historia delperiodismo.

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