lunes, noviembre 05, 2007

Las dimensiones de las redes sociales

Muchas veces las cifras son implacables. Mientras la creación de contenidos en sitios como Wikipedia registró un aumento de un 5% entre el 2005 y el 2006, la incorporación a alguna de las docenas de redes sociales que hoy existen en la red lo hizo en un 689%. Un fenómeno cargado de misterios aún y que no sólo abre las puertas a los medios de comunicación y a los periodistas. La pregunta es cómo hacer que estas redes sociales se transformen en un flujo de contenidos constante y relevante y, además, cómo lograr que nuestras audiencias se involucren en ellas. Tanta Facebook como MySpace abrieron nuevos facetas para el reporteo y son muchos los periodistas que están recopilando buenas historias desde estas redes sociales. Pero esta es la primera parte de la colaboración. Habrá que definir muy bien lo que viene. Las audiencias están cambiando más rápido de lo que las llegamos a entender. Este artículo fue publicado por Qué Pasa.

Por Christine Rosen
Quepasa.Artículo
Durante siglos, los ricos y poderosos han registrado su vida y su estatus en los retratos pintados. Estos dan pistas sobre sus vidas diarias y, sobre todo, de su posición social. También los autorretratos pueden ser especialmente instructivos. Al mostrar cómo el artista desea ser visto, develan su ego y modestia, la importancia o la ironía con que se concibe a sí mismo. Hoy nuestros autorretratos son democráticos y digitales: están hechos de pixeles. Los sitios de redes sociales como MySpace y Facebook son dichos autorretratos modernos, e incluyen música de fondo, fotos cuidadosamente manipuladas, así como listas de nuestros hobbies y amigos. Son interactivos: invitan a que los espectadores respondan.

Los creamos para consumir amistad, amor y esa ambigua cosa moderna llamada "estar conectado". Actualizamos estos retratos online, pero como son objetos digitales, son mucho más efímeros que un óleo sobre tela. Estadísticas vitales, vistazos de carne desnuda, listas de bandas favoritas, todo ello clama por nuestra atención, y es este deseo humano el que surge como tema dominante en estas galerías virtuales.

Aunque estos sitios aún están en su infancia, su impacto cultural se ve en todas partes: en el idioma (ahora "amigo" se ha convertido en un verbo en inglés, algo así como "amigar"), en la política (los aspirantes presidenciales tienen que mostrar sus virtudes en MySpace), y en los campus universitarios (en donde el hecho de no usar Facebook puede ser una desventaja social). Pero estamos sólo en los albores de las consecuencias del uso de estos sitios, tanto para la amistad como para nuestras nociones de privacidad, autenticidad, comunidad e identidad. El oráculo délfico que decía "conócete a ti mismo" se ha transformado, en el mundo de las redes sociales online, en muéstrate a ti mismo.

Un boom online
La primera de estas redes sociales fue el Bulletin Board System, de los años 80, que permitía a los usuarios colocar mensajes públicos, enviar y recibir mensajes privados, jugar e intercambiar programas.
Otros sitios comunitarios para establecer conexiones surgieron en los 90: Classmates.com (1995); Company of Friends, un sitio orientado a los negocios (1997); y Epinions, fundado en 1999 para permitirles a los usuarios dar sus opiniones sobre productos de consumo.
Otra nueva generación de sitios de redes sociales surgió en 2002 con el lanzamiento de Friendster.com, cuyo fundador, Jonathan Abrams, ha reconocido que su principal motivo era conocer mujeres atractivas. A diferencia de las comunidades online previas -que reunían a desconocidos anónimos-, Friendster utilizó un modelo de redes sociales conocido como el "Círculo de Amigos": los usuarios invitan a sus amigos y conocidos a participar en la red.

Friendster fue un exitazo. A mediados de 2003, contaba con millones de usuarios registrados. Sin embargo, la mala administración de la compañía permitió que un nuevo sitio, MySpace -lanzado en 2003-, pronto lo superara. Originalmente creado por músicos, MySpace se ha convertido en un importante lugar de reunión -con más de 100 millones de usuarios registrados- para compartir música, videos y fotos. Estar conectado es un gran negocio: en 2005, Rupert Murdoch, de News Corporation, compró MySpace en US$ 580 millones.
El otro proyecto exitoso es Facebook, lanzado en 2004 y originalmente restringido a estudiantes universitarios. El sitio -que toma su nombre de los álbumes con fotos que las universidades les entregan a los novatos- pronto extendió su membresía a los escolares de secundaria y ahora está abierto a todos. Millones de estudiantes revisan sus páginas de Facebook varias veces al día y se pasan horas enviando y recibiendo mensajes, o realizando citas.
Existen decenas de sitios similares, como Orkut, Bebo y Yahoo 360º. Microsoft anunció recientemente sus propios planes de crear uno llamado Wallop: la compañía asegura que brindará "una forma enteramente nueva para que los consumidores expresen su individualidad online". Los sitios de nicho también florecen: existen los de fotógrafos, de los amantes de la música y los fanáticos de los deportes. Y para quienes quieren unirse a uno y no saben cuál es el indicado, existen otros sitios que los ayudan a localizar la comunidad online adecuada para sus intereses particulares.

Los sitios de redes sociales también son terreno fértil para quienes viven de obtener la atención de los demás, como los comerciantes y los políticos. Sellos musicales, editoriales y estudios cinematográficos han creado páginas para sus productos. En algunos casos han desarrollado sitios oficiales en MySpace para personajes ficticios del cine y de los libros. Algunas mascotas deportivas e íconos de marcas también las tienen. Procter & Gamble tiene una página en MySpace para la pasta dental Crest, que incluye una sensual modelo llamada "Miss Irresistible": este verano tenía unos 50.000 usuarios registrados como sus amigos.

Con las primarias presidenciales en camino, los candidatos han abrazado la política de no dejar atrás ninguno de estos sitios. Hillary Clinton tiene páginas oficiales en MySpace, Flickr, LiveJournal, Facebook, Friendster y Orkut. En julio tenía 52.472 amigos en MySpace (un poco más que Miss Irresistible). Su rival Barack Obama tenía la impresionante cifra de 128.859. En materia de redes sociales online, los aspirantes republicanos a la Casa Blanca lo hacen peor que sus oponentes demócratas: algunos de ellos ni siquiera tenían presencia en las redes y los que sí no tenían tantos amigos en MySpace como Hillary.

A pesar de la creciente variedad de sitios de redes sociales, los más populares comparten ciertas características. Por ejemplo, en MySpace y Facebook el proceso de establecer la identidad online es relativamente simple: dar el nombre, dirección, e-mail y algo más de información, y ya se está listo para crear un personaje online.

MySpace incluye una sección -"acerca de mí"- donde se puede colocar un nombre, edad, lugar de residencia y otros detalles personales, como signo zodiacal, religión y orientación sexual. También está la sección "a quién me gustaría conocer", que en la mayor parte de los perfiles de MySpace está llena de imágenes de celebridades. Los usuarios pueden listar su música favorita, películas, programas de TV, así como sus héroes personales. Un usuario "amiga" a otras personas, esto es, las invita por e-mail para aparecer en su "Espacio de Amigos", donde éstos son listados y ranqueados. También existe una sección donde los amigos pueden colocar notas. MySpace les permite a los usuarios personalizar sus páginas, cargándolas con imágenes, música y videos; de hecho, una de las características de la mayoría de las páginas es la ubicuidad del abarrotamiento visual y de audio.

Juego de redes
Vale la pena detenerse para describir esta nueva forma de interacción humana. Los sitios de redes sociales "conectan" usuarios mediante una red (literalmente una red computacional). Pero el término "conectar" se usa desde hace mucho para describir un acto intencional de conexiones sociales, especialmente de profesionales que buscan contactos que les sirvan en sus carreras. Cuando la palabra entró en circulación en los 70, las redes computacionales eran escasas. En ese entonces, "red" solía referirse a la televisión. Pero los cientistas sociales ya usaban la noción de redes y nodos para mapear las relaciones humanas y calcular cuán estrechamente estamos conectados.

En 1967, el sociólogo de Harvard Stanley Milgram publicó los resultados de un estudio sobre las conexiones sociales al cual llamó el "experimento del pequeño mundo". "Imaginemos dos personas en el mundo: X y Z. ¿Cuántos vínculos con conocidos se necesitan antes de que X y Z se conecten?". La investigación, que consistió en enviar una especie de correo en cadena y monitorear su recorrido hasta llegar a la persona determinada, dio como resultado un promedio de 5,5 conexiones. La idea de que todos estamos conectados por "seis grados de separación" se convirtió en un cliché.

Pero, ¿es cierto aquello?
Duncan J. Watts, profesor de Columbia University, testeó la teoría de Milgram. Su experimento también utilizó el correo electrónico para determinar si "dos personas pueden llegar a conectarse por 'seis grados de separación'". A diferencia del experimento de Milgram, que se limitó a Estados Unidos, el de Watts es global. "Los destinatarios incluían a un profesor universitario en EE.UU., un inspector de archivos en Estonia, un consultor tecnológico en India, un policía en Australia, y un veterinario del Ejército noruego".Los resultados iniciales sugieren que Milgram pudo haber estado en lo correcto: los mensajes llegaban a los destinatarios en cinco a siete pasos, en promedio. Albert-László Barabási ha escrito: "El mundo se ha reducido porque los vínculos sociales se activan fácilmente, y la cantidad de vínculos que puede activar un individuo ha crecido dramáticamente, bajando los grados de separación. Milgram estimó seis; hoy podrían ser tres".

¿De qué tipo de "vínculos" se trata? En un ensayo de 1973, el sociólogo Mark Granovetter sostenía que relaciones débiles, como las que se forman con los compañeros de trabajo, eran más útiles para difundir cierto tipo de información que las redes de amigos cercanos o familiares. Las redes sociales de hoy son en su mayoría agregados de vínculos débiles. Nadie que tenga miles de "amigos" en MySpace piensa en ellos como en sus amistades de carne y hueso. No es extraño, entonces, que las actividades que fomentan las redes sociales sean precisamente las que promueven los vínculos débiles, como esparcir rumores, conocer gente y seguir los siempre cambiantes movimientos de la cultura popular y de la moda.

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