viernes, noviembre 30, 2007

Cinco consideraciones para un museo en línea


El pasado 27 de noviembre, la Escuela de Periodismo de la UDP lanzó el Museo online del Periodismo Chileno. Un proyecto emblemático, creemos, para la profesión y, por supuesto, para nuestros estudiantes. No sólo era poner en línea la historia reciente, significaba aprender muchos de los que está ocurriendo con Internet y sus dimensiones, casi todas ellas enmarcadas por la incertidumbre. El trabajo se convirtió finalmente en una serie de lecciones para los futuros proyectos que emprendamos y también para la forma en que debemos desarrollar una profesión que muta, se desploma y renace casi todos los meses. El Museo de Prensa se convertirá en una vitrina de nuestras virtudes y defectos, de la cooperación con las audiencias y también del desarrollo que les espera al Periodismo en los próximos años.
1.- El decomiso de la historia
Para muchos medios, el Museo apareció como un ser extraño e inadecuado. Les era complejo adivinar si la plataforma era la correcta, si no estaban "donando" información tan importante que debía seguir guardada en enormes, pero herméticos archivos. La confusión era absoluta. No sabían si cobrar por el contenido o cobrar por el derecho de autor. En el caso de la Televisión, el cuestionamiento apuntaba a que si nos daban imágenes para un "museo" -daba los mismo si éste reconocía el aporte de los medios-, se fomentaba la gratuidad de la información y era una pésima señal para las audiencias ávidas de registrar los archivos visuales de las estaciones de TV. Las teorías de Lawrence Lessig y el P2P no tenían cabida en esta discusióm, que finalmente no hizo recurrir a Youtube y archivos personales. Por suerte, algunos medios entendieron el concepto del Museo y la posibilidad que se abría para mostrar parte importante de la historia que cada uno había construido en los últimas cinco décadas. Esa mirada, permitió que el Museo tomara forma y que se consolidara un proyecto que lo único que buscaba era dar vida nuevamente al parte de pasado del periodismo nacional.

2.-La importancia de las audiencias
El proyecto siempre se pensó de código abierto. Las razones son muchas, pero la más importante, es que jamás podríamos dar con todos los hechos que merecen estar en un Museo. Existen archivos personales, que fueron construidos durante la Unidad Popular y la Dictadura, que evidentemente un Museo cerrado dejaba injustamente fuera. Y muchos hechos vitales a la hora de armar el pasado quedaron fuera, pero en una segunda etapa se irán completando. Además, en un momento en que las audiencias están “arriba del escenario” impedir que pudieran participar de un proyecto -que por esencia es colectivo- no tenía sentido. Sabíamos que lograríamos mayor profundidad e interacción si armábamos un plataforma tipo wiki. El primer día que el Museo estuvo abierto en la página, algunas personas comenzaron a subir imágenes y los comentarios, muchos de ellos muy generosos, se multiplicaron. Por supuesto, se nos planteaba un problema: un editor de contenido y una línea editorial que delimitara el objetivo del Museo.

3.- Editar a la audiencia.
Como todo proyecto de código abierto, las dudas más grandes siempre estuvieron enfocadas a las responsabilidades de las audiencias. Cuáles serían los hechos que formarían parte del Museo, editaríamos antes o después de que la genete subiera los hechos a la página, qué comentarios desecharíamos, sería un museo de lo publicado o también de lo que fue censurado. Las dudas no eran menores. Hay medios que manejan un editor de contenidos como un pre censor y otros que prefieren que su trabajo esté centrado en lograr que los sitios se mantengan limpios de pornografía, comentarios prehistóricos, ofensivos, infantiles…sabíamos que alguien tendría que decidir, sobre una línea editorial pública y transparente, el destino de los contenidos del Museo para que no perdiera su foco. La elección cayó en un alumno que participó en la creación de esta plataforma y que maneja muy bien los criterios que buscábamos con esta idea.

4.- El diseño y la programación
Entendíamos que era clave el equipo que trabajaría en el Museo y dentro del equipo, Rafael Bravo era prioritario. El creador de Reclamos.cl, como diseñador y programador, no sólo llevó nuestras ideas a la página, sino que además nos abrió la cabeza para que el sitio fuera lo que es hoy. Rafael sabe que todo se puede hacer, si se quiere, pero la dificultad es generar una interfaz sencilla y amistosa. Definimos una línea de tiempo general y otras por medios y tópicos. Además, había noticias que tenía su referente en video, audio y fotografía, lo que hacía más complejo el diseño de la plataforma. Pero el objetivo se logró: el Museo es fácil de ver y definitivamente no es complejo para publicar. Detrás estuvo la investigadora Nicole Etchegaray y cuatro estudiantes que realizaron la recolección de datos y luego subieran las “piezas” del Museo. Natalia Piedra, Carolina Loncón, Felipe Avendaño y Juan Manuel Salamanca, todos UDP, llenaron los espacios

5.- Distribución
Como todo proyecto, es evidente que buscamos los mejores caminos para que el proyecto tuviera volumen. El contenido era una cosa, el resto era la consolidación de su perfil y marca. Para que la gente lo visitara, diera vueltas, se entusiasmara en llenarlo. La primera etapa fue publicitarlo a través de los medios tradicionales y de nuestros socios, la segunda que se posicionara en Google (el sitio más visitado en toda América Latina, menos en Brasil y Ecuador) y en una tercera parte, ubicar una aplicación en Facebook y otras redes sociales. La proyecciones, en todo caso, fueron superadas. El primer día el Museo tuvo 2.200 visitas únicas y la gente comenzó a subir material de inmediato.

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lunes, noviembre 26, 2007

¿Qué piensa internet?

Los avances tecnológicos en los últimos 15 años siempre han ido bastante más adelante en comparación con la velocidad de los medios para entender las necesidades de las audiencias. Es inevitable pensar que ya se acostumbraron a la reacción: el daño parece no siempre ser tan profundo y doloroso. Por ejemplo, el NYT acaba de enterarse que un 20% de sus suscriptores no necesita del diario para contactarse o formar redes de poder, porque lo hacen a través de Facebook. Por supuesto, El diario tomó la decisión de entrar con sus contenidos a esta red social. Y probablemente piense que en ese nicho, no perderá ese público fiel al que apuesta. La pregunta es cuáles serán los próximos pasos en dirección a consquistar los deseos de la opinión pública y cómo están los medios en ese escenario. Los expertos apuntan a que las redes sociales y los contenidos para telefonía móvil serán los caminos que tomará internet. Algo de eso expone el siguiente artículo publicado en Portfolio.
Por David Ewing Duncan
This just in: Illumina C.E.O. Jay Flatley has the “sprinting” gene, a cluster of DNA that is associated with professional athletes and Olympic track stars, those human beings whose muscles twitch fast instead of slow. Flatley, a stocky 55-year-old industrial engineer, chuckles at this discovery.On the other hand, he lacks a fairly common gene variant linked to Type 2 diabetes. That’s good news, he says, zooming in on a virtual human body that’s now floating on his computer screen. He clicks on the figure’s leg, and up pops a page describing the gene for restless legs syndrome, a malady that causes some people to flail around at night, resulting in sleeplessness. The webpage includes graphics, descriptions, and links to studies and references, including PubMed, an online health science library. “This site will tell me if I have a gene for obesity,” he says, “or whether my earwax is wet or dry. I’m not kidding.
”My fast but fantastic voyage through the inner Flatley comes during a visit to his company’s San Diego headquarters, where he has allowed me to peek at an early version of the site being developed by a Silicon Valley startup, 23andMe, which is named after the number of paired chromosomes in every human. In stealth mode until a launch planned for later this year, 23andMe is using Illumina’s powerful gene-reading chips to build a company that is among several hoping to cash in on personalized genomics—the tailoring of an individual’s health care and lifestyle based on DNA and biomarkers.When 23andMe goes live, customers will be asked to spit into short plastic tubes or to swab cells from inside their cheeks and mail in the sample. 23andMe will then analyze the data in relation to reams of information about ailments, treatments, diet, and ancestry and compare the results with those of thousands of others who have been tested for genes associated with diseases and other traits.
The cybersynthesis will be channeled into a customized DNA diary on the website. The company is considering a feature that would allow people to then link their personalized pages to those of others who share their DNA—fellow sprinters, say, or people at risk for Alzheimer’s—just as you can now link to college chums on Facebook. 23andMe has not discussed pricing, but competitors are talking about charging upwards of $2,000 a person.As wonderful as this sounds, 23andMe is plunging into very controversial territory. Scientists and ethicists warn that the understanding of most genes remains a work in progress—and, as a result, users could make life decisions based on incomplete or erroneous science. “Just because we have identified a gene doesn’t mean its function or its impact has been thoroughly understood or that having a gene has any real predictive value,” says Francis Collins, who led the international consortium that sequenced the human genome and now directs the National Human Genome Research Institute.

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martes, noviembre 20, 2007

El "Sí" de Jeff Bezos

Ayer Amazon lanzó al mercado Kindle, un lector digital que permite guardar más de 200 libros en su interior. No es el primer lector que sale al mercado; al menos hay tres competidores muy fuertes. La gracia es que sea la compañía de Jeff Bezos quien dé esta noticia. Amazon es sin duda de las experiencias más interesantes y sustentables de la era digital. Creó un modelo que después fue la primera teoría económica de internet (Long Tail), capeó la explosión de la burbuja y hoy factura más de US$12 mil millones. Pero además, desde que se fundó como Cadabra.com en 1994, la empresa ha sabido distinguir los cambios y necesidades de las audiencias con mayor prontitud que muchos medios de comunicación. El siguiente texto está integró y pertenece a la versión latina de Harvard Business Review.

Amazon.com nació de la Estrategia. Muchas veces se ha contado la historia de cómo su fundador Jeff Bezos, quien trabajaba en un grupo de análisis cuantitativo en una firma de inversiones, detectó una oportunidad para vender libros por Internet. Sin experiencia en la industria editorial, llegó a su modelo de negocios mediante la pura lógica: dados los atributos del producto y la estructura de la cadena de suministro, un minorista sin tiendas claramente podía lograrlo: y lograrlo en grande. Desde su fundación en 1995, Amazon sigue demostrando su don para detectar espacios vacíos y su voluntad para lanzarse a llenarlos, incluso mientras trabaja para hacer más productivos los espacios que ya ocupa. La última movida audaz de la empresa es su negocio “orientado a desarrolladores”, un conjunto de ofertas que pone a disposición de otros desarrolladores de sitios web las herramientas que Amazon creó para su propio uso. Al igual que tantos otros emprendimientos de Amazon, éste se basa en una lógica sólida, y aún así es sorprendente. No es común ver a una empresa haciendo este tipo de cosas.

Como tantas de estas movidas resultaron ser rentables, HBR decidió averiguar qué es lo distinto en la formulación de la estrategia en Amazon. ¿Cómo se estudian las ideas, y cómo se establecen los compromisos? ¿Se trata de un solo ingrediente Jeff Bezos o es una capacidad institucional? Thomas A. Stewart, editor en jefe de HBR, y Julia Kirby, una editora señor, se reunieron con Bezoz en dos oportunidades para indagar más. Las conversaciones fueron variadas y vivaces, acentuadas frecuentemente por la célebre carcajada de Bezos (él cuenta que su esposa, Mackenzie, le suele decir a la gente: “Si Jeff no está feliz, espere cinco minutos”). Los entrevistadores volvieron con una idea de la fuente de la cultura y la estrategia Amazon: una fuerte dosis de optimismo emprendedor. Las siguientes líneas son una presentación editada de esas conversaciones.

¿Quién fija dirección estratégica en Amazon? Al comienzo era sólo usted, en su auto viajando entre Nueva York y Seattle, quien hacía todos los planes.
¿Todavía los hace todos?


Oh, por Dios, no. Tenemos un grupo llamado S. Team S quiere decir “señor” que se mantiene al tanto de lo que la empresa está haciendo y profundiza temas estratégicos. Se reúne durante casi cuatro horas cada martes. Una o dos veces al año el S Team también se reúne en encuentros de dos días donde se exploran diferentes ideas. Las tareas son asignadas con anticipación. Muchas de las cosas que se discuten en esas reuniones no son tan urgentes, llevamos unos cuantos años por delante así que realmente podemos dedicar tiempo a pensar y hablar de ellas. Finalmente, debemos escoger un par de cosas, si es que son grandes, y apostar por ellas.

La clave está en asegurarse de que esto ocurra fractalmente, y no sólo en la cumbre. El sujeto que lidera Fulfillment by Amazon, el servicio web que brindamos para permitir que la gente use nuestra red logística como un gran periférico del computador, se está asegurando de que el pensamiento estratégico se lleve a cabo de manera similar en ese negocio. Esto está ocurriendo en toda la empresa, en distintas escalas. Y lo más importante es que todo esto está impregnado por un punto de vista cultural. Hay una gran cita de Alan Kay: “La perspectiva equivale a 80 puntos de CI”. Parte de nuestra capacidad estratégica viene de ahí.

¿Cómo describiría es punto de vista cultural?

Primero, estamos dispuestos a plantar semillas y a esperar bastante tiempo para que se conviertan en árboles. Estoy muy orgulloso de este aspecto de nuestra cultura, porque pienso que es poco común. No vivimos preguntándonos qué ocurrirá el próximo trimestre, ni concentrándonos en lo visible, ni haciendo todas esas cosas que dificultan que algunas empresas que cotizan en bolsa tengan la estrategia correcta.

¿Sabe usted cuándo una de las semillas que está plantando, por ejemplo una bellota, se va a convertir en un roble? ¿Tiene una visión sólida de cómo se materializaran las cosas? ¿O la forma emerge en el camino?

Puede ser que no sepamos si se va a convertir en un roble, pero al menos sabemos que se puede convertir en algo igual de grande. Creo que uno debe asegurarse de poder decir de las cosas que elige: “Si podemos hacer que esto funcione, será algo grande”. Una pregunta importante que vale hacerse es: ¿Es suficientemente grande para ser significativo para toda la empresa si es que somos muy exitosos?”.

Cada negocio nuevo en el que nos hemos lanzado fue visto inicialmente como una distracción, por gente de afuera y a veces también de adentro. Ellos dicen: “¿Por qué se están expandiendo más allá de los productos de medios? ¿Por qué se están haciendo internacionales? ¿Por qué están entrando en el negocio de la compra-venta con vendedores externos?”. No está pasando ahora respecto de nuestro nuevo servicio de infraestructura web: “¿Por qué asumir estos nuevos clientes desarrolladores?”. Son preguntas pertinentes. No hay nada de malo en formularlas. Pero en su núcleo todas tienen una de las razones por las que es tan difícil que las empresas líderes se aboquen a nuevas iniciativas. Se debe a que incluso si son éxitos enormes, durante años no tendrán un impacto significativo en los fundamentos económicos de la empresa. Lo que he descubierto es que y ésta es una observación empírica; no veo razón por la cual deba ser así, pero así suele ser cuando plantamos una semilla, suele demorar entre cinco y siete años antes de que tenga un impacto significativo en los fundamentos económicos de la empresa.

Esto requiere de personas, adentro y afuera, que conserven la fe. ¿Cómo mantiene la confianza de que la inversión finalmente valdrá la pena?

Ayuda mucho basar su estrategia en las cosas que no cambiarán. Cuando converso con gente de fuera de la empresa, hay una pregunta que surge a menudo: “¿Qué va a cambiar en los próximos cinco o diez años?”. Pero nunca me preguntan:” ¿Qué es lo que no va a cambiar en los próximos cinco o diez años?”. En Amazon siempre tratamos de averiguar esto, porque de verdad podemos darle ímpetus al engranaje con esas cosas. Toda la energía que invierta hoy en ello le estará dando dividendos de aquí a diez años más. Sin embargo, si usted basa su estrategia principalmente en las cosas más transitorias por ejemplo, quiénes son sus competidores, qué clase de tecnología está disponible esas cosas van a cambiar tan rápidamente que usted tendrá que cambiar su estrategia con la misma rapidez.

¿Cuáles son algunas de las cosas que usted cree que no cambiarán?


Para nuestro negocio, la mayoría de ellas tienen que ver con lo que sabemos de los clientes. Vea lo que es importante para los clientes en nuestro negocio orientado al cliente. Ellos quieren opciones, precios bajos y un despacho rápido. Esto puede variar entre una empresa y otra: hay empresas que atienden a otros clientes que no pondrían al precio, por ejemplo, entre esas prioridades. Pero ya que sabemos qué es lo importante para nuestros clientes, no puedo imaginar que en diez años más vayan a decir: “Me encanta Amazon, pero ojalá se demoraran más en enviarme mis pedidos”. Y tampoco dirán en diez años más: “Realmente me encanta Amazon, pero ojalá los precios fueran un poco más altos”. De modo que sabemos que cuando dedicamos energía a reducir los defectos del proceso, lo que reduce nuestra estructura de costos y permite precios bajos, esto nos seguirá pagando dividendos de aquí a diez años. Si seguimos poniendo energía a ese engranaje, en diez años más seguirá girando, y cada vez más rápido.

Otra cosa que creemos fundamental es que el mundo se está haciendo cada vez más transparente y la perfección de la información va en alza. Si uno cree eso, alinearse con el cliente se convierte en una maniobra estratégicamente astuta. El marketing se piensa de otra manera. Si antiguamente uno dedicaba 30% de la atención a brindar un gran servicio y 70% a promocionarlo, hoy eso se invierte. Gran parte de nuestra estrategia proviene de sostener visiones muy profundas en temas como éstos, creyendo que se mantendrán estables con el tiempo y asegurándonos de que nuestras actividades estén alineadas con ellos. Por supuesto que podría llegar el día en que esas conclusiones resulten ser erradas, de modo que es importante tener algún tipo de mecanismo para descubrir si estamos equivocados en algún precepto muy arraigado.

Ustedes tienen otros dos grupos de clientes: los vendedores externos que venden productos a través de su sitio y este nuevo conjunto de desarrolladores que pueden beneficiarse con las herramientas que han creado en estos años. ¿Cuáles son algunas de las constantes de estos grupos?

Todavía estamos trabajando para identificar las de la comunidad de desarrolladores, aunque tenemos algunas buenas suposiciones respecto de cuáles podrían ser. La confiabilidad de la plataforma sería uno, y en realidad es obvio. Pero muchas de estas cosas son obvias. Las cosas obvias lo son por una razón: efectivamente son importantes. Para los vendedores, lo que más les importa es vender.

¿Por eso es que el negocio de las subastas no funcionó con Amazon, porque eBay ya tenía bajo llave las ventas que querían esos vendedores?

La verdad que no, la razón ligeramente distinta. Lo que pasa es que nuestros clientes son compradores motivados por la conveniencia. Hacemos que la compra de cosa sea muy, pero muy fácil. Usted puede verlo si se fija en indicadores como los ingresos por clic o los ingresos por cambio de página. Son muy altos porque somos muy eficientes para las personas. Si usted es un cliente que quiere esa clase de servicio rápido, no va a esperar a que termine la subasta. Una subasta tiene más que ver con jugar un juego. Hay cierta diversión involucrada. Usted no está necesariamente sólo tratando de comprar algo. Es otra cosa y el segmento de clientes también es otro.

Ese episodio es uno de los momentos destacados de nuestra historia corporativa, uno que cuento internamente una y otra vez, porque habla de persistencia y perseverancia. El pensamiento básico era: “Miren, tenemos este sitio web donde vendemos cosas y queremos tener una gama vasta. Una de las formas de obtener una gama vasta es invitando a vendedores externos a nuestro sitio para que participen junto a nosotros y entren en una situación ganar-ganar”. Así que hicimos las subastas, pero los resultados no nos gustaron. Después creamos Shops, donde vendíamos productos a precios fijos pero todavía poníamos a los vendedores externos en partes separadas de la tienda. Si un vendedor externo tenía una copia usada de Harry Potter para vender, tenía su propia página de detalle en vez de tener su disponibilidad listada justo al lado de la del libro nuevo. Tampoco nos gustó el resultado que obtuvimos. Fue cuando pasamos al modelo de la página única de detalle que nuestro negocio con vendedores externos despegó. Ahora, si estamos ofreciendo cierta cámara digital y usted está vendiendo la misma cámara, usted puede ir directamente a nuestra página de detalle, justo al lado de nuestro producto y ofrecer un precio más bajo. Y si loase, nosotros lo pondremos en la caja de “compra” que está en la página.

Esa no debió ser una decisión fácil, pues gana el cliente vendedor pero pierde a su cliente comprador, ¿no es verdad?

En su tiempo esa decisión generó bastante controversia interna. Imagine que usted es nuestro comprador de cámaras digitales y acaba de comprar 10.000 unidades de una cámara digital en particular para las vendamos. Su jefe le dice: “Buenas noticias, ¿te acuerdas de todas esas personas a las que consideras como competidores? Pues vamos a invitarlas a poner sus cámaras digitales al lado de las tuyas en tu página de detalle”. La reacción natural es “¿Qué?”. Hoy en día una cámara digital es como un pescado en el supermercado, dura poco. Usted no querrá quedarse enterrado bajo un inventario enorme de cámaras de cinco megapixeles cuando los clientes en poco tiempo querrán cámaras de seis megapixeles. Tendrá que venderlas a precios muy bajos. De modo que nuestros compradores estaban sumamente preocupados, y con razón. Decían: “A ver si entiendo bien. ¿Es posible que me entierren bajo un inventario de 10.000 unidades de esta cámara que acabo de recibir, y van a permitir que cualquiera entre y use el tráfico de Amazon en lo que es nuestro principal canal minorista, es decir la página de detalle, y voy a perder la venta a manos de otras personas porque tienen precios más bajos que el mío?”. Y nosotros respondíamos: “Así es”.

Conversamos mucho al respecto antes de hacerlo. Pero cuando la conversación intelectual se vuelve excesivamente difícil debido a los temas de canibalización potencial, adoptamos un enfoque simple. Hay una vieja historia de Warren Buffett que dice que tiene tres bandejas en su escritorio: la de entrada, la de salida y la de temas demasiados difíciles. Cada vez que nos encontramos con esos problemas demasiados difíciles, cuando ingresamos a un ciclo interminable y no podemos decidir qué hacer, tratamos de convertirlo en un simple problema preguntándonos: “Bueno, ¿qué es lo mejor para el consumidor?”.

La realidad es que tenemos una estructura de costos altamente competitiva y sabemos competir muy bien en cosas como cámaras digitales en esa página, así que funciona bastante bien. Pero algunas de las cosas más importantes que hemos logrado con los años fueron derrotas tácticas en el corto plazo. En los primeros años (hablo de 1995), cuando empezamos a publicar los comentarios de los clientes, un cliente podía basurear un libro y a la editorial eso no les gustaba. Recibía cartas de los editores que decían: “¿Por qué permiten comentarios negativos en su sitio? ¿Por qué no muestran sólo los comentarios positivos?”. Una de las cartas decía: “Tal vez usted no entiende su negocio. Usted gana dinero cuando vende cosas”. Pero pensé para mí mismo: no ganamos dinero cuando vendemos cosas, ganamos dinero cuando ayudamos a los clientes a tomar decisiones de compra.

Es decir, usted escoge los proyectos basándose en las necesidades estables de los clientes y adoptando la perspectiva del cliente para tomar decisiones estratégicas difíciles. Michael Porter dice que la estrategia es conformada por cinco fuerzas, pero usted menciona sólo de una de ellas.

Creo que en cierta medida estoy congénitamente enfocado en el cliente. Y pienso que de ahí proviene esta pasión por elaborar estrategias centradas en el cliente en lugar de aquellas centradas en el competidor, por ejemplo. No hay nada malo con el foco en el competidor. Hay otras empresas que han tenido resultados de negocios extraordinariamente buenos al seguir la estrategia del seguidor cercano, estableciendo herramientas de Benchmarking realmente buenas. Hay mucho que decir sobre este tipo de pasión. Pero ocurre que nosotros no lo hacemos así. No ignoramos a nuestros competidores; tratamos de mantenernos alertas ante lo que hacen, y ciertamente hay cosas que medimos muy cuidadosamente mediante el benchmarking. Pero gran parte de nuestra energía y de nuestra motivación como empresa, como cultura, proviene de tratar de construir estas estrategias enfocadas en el cliente. Y de hecho, pienso que funcionan mejor entornos que cambian con rapidez por dos razones. Primero, como dije antes, las necesidades de los clientes cambian más lentamente asumiendo que escogió las correctas que muchas otras cosas. Y segundo, ser un seguidor cercano no funciona tan bien en un entorno que cambia rápidamente. El valor estratégico del seguimiento cercano radica en no tener que meterse en todos los callejones sin salida. Hay que dejar que los competidores más pequeños los revisen y si encuentran algo bueno usted sólo tiene que cuadruplicar la oferta por cuatro. Si usted sigue lo suficientemente de cerca, y el terreno se mueve lo suficientemente lento, el hecho de que no sea el primero que va por el sendero no le causará mucho daño. Pero en nuestro entorno hay tantos cambios rápidos en Internet, en la tecnología, que nuestro enfoque obsesionado con el cliente es muy eficaz.

También hay otra situación donde creo que es mejor estar centrado en el cliente, y ésa es cuando usted es líder. Si usted está enfocado en el competidor, usted tiende a relajarse cuando sus mediciones le dicen que usted es el mejor. Pero si su foco está en el cliente, usted sigue mejorando. Así que hay un montón de ventajas. No digo que hayamos inventado este enfoque muchas empresas son enfocadas a los clientes pero está profundamente arraigado en todos los rincones de nuestra cultura.

Podría ser que ustedes han sido capaces de llevarlo a un nuevo nivel. Ser la encarnación de ese modelo justo cuando se hizo posible recibir un torrento de feedback de los clientes fue sumamente oportuno.

Es absolutamente cierto. Tenemos la oportunidad con Amazon de no sólo ser una empresa centrada en el cliente sino de fijar globalmente un nuevo estándar para lo que significa “centrado en el cliente”. Después de la Segunda Guerra Mundial, Morita-san [Akio Morita, el líder de Sony durante muchos años] fijó un objetivo para Sony. Quería que la empresa fuera conocida por su calidad, pero su objetivo más grande para Sony era lograr que Japón fuera conocido por su calidad. Tener ese tipo de misión es muy inspirador. En algunos años más, cuando la gente recuerde a Amazon, quiero que digan que elevamos la centralidad del cliente en todo el mundo de los negocios. Si podemos hacer eso, sería grandioso.

En muchas empresas es muy difícil conservar ese foco en el cliente. A medida que crece una empresa, las agendas internas empiezan a motivar las decisiones. ¿Cómo se defiende contra eso? ¿Está difundiendo constantemente los puntos de vista que, usted espera, marcarán profundamente la cultura?

Tenemos tres reuniones al año con todos los empleados, por lo que ése es un mecanismo para lograrlo. Y también, sobre la base de la repetición, hemos venido diciendo las mismas cosas durante años. Hablo constantemente de cosas como la perfección de la información y la obsesión por el consumidor versus la obsesión por el competidor. También hacemos muchas cosas para mantener a las personas en contacto directo con las necesidades del los clientes. Cada empleado nuevo, no importa su rango, debe pasar un tiempo en nuestros centros logísticos en su primer año con nosotros. Y cada dos años hacen dos días de servicio al cliente. Todos deben ser capaces de trabajar en un call center.

¿Incluso usted?

Pues sí. Revalidé mi certificación hace unos seis meses. El hecho de haber realizado mucho servicio al cliente en mis primeros dos años no me exime. Y además es muy entretenido y se aprende mucho. No es una tarea tediosa.

Estas cosas mecánicas constantemente agregan combustible a un fuego preexistente, pero la verdad es que las culturas corporativas son increíblemente estables en el tiempo. Se perpetúan a sí mismas porque atraen a personas nuevas que les gusta ese tipo de cultura, mientras que a las personas que no les gustan se van solas. Una de las cosas que más escucho de los nuevos ejecutivos, una vez que llevan un mes en la empresa, es: “No puedo creer lo enfocado en el cliente que es este lugar”. Así que si usted es una persona que realmente ama a las empresas obsesionadas con el competidor y llega a Amazon, puede pasar una de dos cosas. O usted verá nuestro enfoque y dirá: “Wow, esto es grandioso; me ha abierto los ojos”, o dirá: “Esto no es para mí”. Usted podría no usar la palabra “cultura”, pero se estaría perdiendo algo. Así que hay un sólido ciclo que se refuerza mutuamente. Por eso es que la cultura es tan difícil de copiar para los competidores, y es una fuente de mucha ventaja competitiva si usted tiene la cultura correcta para la misión correcta. También limita. Hay cosas que no se pueden hacer. Usted tiene que aceptar lo que es su cultura cuando piense en su estrategia.

Eso quiere decir que la cultura de una empresa depende mucho de su trayectoria. Con las primeras personas que contrata y con sus primeras experiencias, las cosas inician una trayectoria.

De verdad lo hacen. Le contaré la historia sobre un incidente del que estoy seguro es parte de la razón por la que somos quienes somos. Por ahí por mayo de 1997 un experto del sector dijo que teníamos nuestros días contados. Su argumento era muy simple: Barnes & Noble acababa de lanzar su sitio web, y nosotros teníamos solo 125 empleados en aquel entonces y algo así como US$ 60 millones en ventas anuales.

De modo que su punto era que habían despertado a un gigante dormido y le habían provocado una fuerte determinación.

Exacto. Ellos tenían 30.000 empleados en ese tiempo y US$ 3.000 millones en ventas. El mensaje del experto era: Amazon tuvo una buena racha de dos años, pero se acabó. Están fritos (toast). El título de su artículo era “Amazon.Toast”. Fue recogido por los medios y en todos lados con gran publicidad, debido a que éramos algo así como los niños símbolo de la empresa digital. Creo que cada uno de nuestros empleados recibió un llamado de sus padres usualmente de sus madres preguntando “¿estás bien? ¿Qué es esto de Amazon punto Toast

Tuvimos una reunión con todos los empleados lo que era bastante fácil de hacer son 125 personas y dijimos “Olviden esto. No podemos estar pensando en que Barnes & Noble tiene tantos recursos más que nosotros”. Les dije a todos: “Si, deberían despertarse aterrados todas las mañanas con sus sábanas empapadas de sudor, pero no porque teman a sus competidores. Teman a sus clientes, porque son ellos los que tienen el dinero. Nuestros competidores nunca nos mandarán dinero”.

Desde entonces, hemos tomado varias decisiones alineándonos con el cliente, las que han sido cuestionadas por críticos bienintencionados, periodistas, analistas de Wall Street y del sector. Hablo de cosas como el embarque gratis, bajar los precios incesantemente, Amazon Prime. Y cada vez que hacemos una de estas decisiones y como ampliamente criticados y luego funcionan, ganamos un poco más de credibilidad.

¿Cuál diría usted que ha sido la naturaleza de sus mayores errores estratégicos?

Creo que nuestros errores más grandes han sido omisión más que de acción. Son esos errores por los que las empresas nunca se ven obligadas a rendir cuentas: las ocasiones en que estuvieron en posición de percibir algo y actuar, tenían las capacidades y las competencias o pudieron adquirirlas, y aun así no lo hicieron. Es lo opuesto a “pastelero a tus pasteles”: es cuando usted no debió quedarse sólo con sus pasteles, y sin embargo lo hizo.

Es difícil imaginar cómo se podrían detectar oportunamente esos errores de omisión para que el equipo ejecutivo rinda cuentas. ¿Qué hace usted para evitarlos?

Un hábito útil es plantear la pregunta “¿por qué no?”. Cuando algo parece ser una oportunidad cuando usted tiene las habilidades, tal vez algún tipo de ventaja y cree que es un espacio grande usted siempre escuchará la pregunta “¿por qué? ¿Por qué hacerlo?. Pero “¿por qué no?” es una pregunta igual de válida. Puede haber buenas razones de por qué no, tal vez usted no tiene los recursos de capital o hay partes de su negocio actual que necesitan tanta atención que en este momento sería irresponsable. En ese caso, si alguien pregunta” ¿por qué no?” usted diría “he aquí por qué no…”
Pero la pregunta no se formula. Hay una asimetría que está relacionada con esos errores de omisión.

Si usted está decidido a evitar los errores de omisión, ¿eso no lo pone en el gran riesgo de abarcar demasiado y diluir así los recursos?

Lo que realmente uno quiere hacer a nivel de empresa es maximizar el número de experimentos que se pueden hacer por unidad de tiempo. Si algo es realmente grande como la gran apuesta que hicimos con Amazon Web Services, entonces por cierto que sólo se puede hacer una cantidad limitada de ellos, por lo que se pasa más tiempo pensando en ellos y conversando al respecto. Alguien asume el argumento conservador de por qué no debemos hacerlo, mientras que otro asume el argumento innovador de por qué puede ser realmente bueno para la empresa. Pero como los resultados de todo estos son inciertos, si usted puede concebir cómo realizar un experimento, entonces puede hacer más apuestas.
De modo que la verdadera clave está en reducir los costos de los experimentos. Tenemos un grupo llamado Web Lab que está experimentando constantemente con la interfaz del usuario del sitio web, obteniendo datos estadísticos de patrones de uso real acerca de cuál interfaz funciona mejor. Para nosotros es un enorme laboratorio, y hemos destinado mucha energía a tratar de resolver cómo bajar muchos los costos de esos experimentos, de modo que podamos realizar un mayor número de ellos.

Como asunto práctico, a veces es muy, pero muy difícil reducir los costos de la experimentación en forma drástica. Hay áreas donde experimentar con algo todavía es, en términos de costos, equivalente a hacerlo. Pero uno siempre debería tratar de hacerlo. Usted siempre debería estar haciendo conjeturas y descubrir a bajo costo si tendrán o no un gran impacto en el negocio.

¿Cuán a menudo los experimentos resultan ser totalmente distintos a lo que usted esperaba?

A veces uno hace conjeturas y piensa, “cuando lancemos esto, a la gente le va encantar”. Y no ocurre así. Lanzamos una aplicación no recuerdo cómo la llamamos que tomaba su historial de compras y luego encontraba, entre millones de otros clientes, al cliente con el historial de compras más parecido. Usted podía apretar un botón y le mostrábamos todas las cosas que su “doble” había comprado y que usted no.
Nadie la usó. Nuestra historia está llena de hechos como ése, cuando creamos una innovación que creemos fantástica, y a los clientes no les interesa. Afortunadamente, hay muchos casos en que ocurre lo contrario. Cuando recién lanzamos el programa Associates, pensamos que era una gran cosa pero teníamos expectativas relativamente bajas. Este es nuestro programa de marketing que permite a otros sitios ganar comisiones de afiliados al enviarnos compradores. Fue el primer programa de ese tipo y excedió en forma dramática todas nuestras expectativas. Rápidamente doblamos la apuesta y lo tratamos como un programa prioritario de marketing. Y, 11 años después, sigue siendo un gran éxito.

Al mismo tiempo, uno debe reconocer que hay ocasiones en que no puede meter sólo un dedo en el agua: tiene que saltar con los dos pies. Tiene que decir “esto será costoso y significa que tenemos que hacerlo funcionar”. Usted acepta que tendrá que hacer muchos ajustes en los detalles, pero realmente se compromete con el objetivo. Y a propósito, es muy entretenido tener el tipo de cultura donde las personas están dispuestas a dar esos saltos, es lo opuesto al No institucional. Es el Sí institucional. La gente dice “vamos a hacerlo. Ya encontraremos cómo”.

¿Cómo cuadra esto con el énfasis que usted pone en inspirarse en los primeros resultados de los experimentos?

Mi observación al respecto sería que es importante ser obstinado en la visión y flexible en los detalles. He hablado de la evolución del negocio de la compra-venta, ése es un buen ejemplo en el que no claudicamos nuestra visión. Hicimos muchos ajustes en la ejecución. Dedicamos varios años a aquello. Pero no renunciamos a nuestra visión. Pienso que cuando uno cree que un conjunto particular de clientes es importante, como los vendedores en este caso, y cree haber identificado cuáles serán algunas de sus necesidades permanentes, y cree que el mercado accesible es lo suficientemente grande para que sea relevante, entonces obtendrá un buen resultado siendo muy obstinado al intentarlo.

A medida que la empresa crecía y se movía hacia otras áreas, debió sentirse desafiado personalmente. ¿Qué ha tenido que aprender en el camino?

Algo de lo que no hemos hablado, pero que es muy importante en nuestra cultura, es el foco en la reducción de defectos y en la ejecución. Es una de las razones por las que hemos sido exitosos para los clientes. Eso es algo sobre lo que tuve que aprender.

¿Esa no es su fortaleza natural?

Bueno, por “aprender” quiero decir que literalmente aprendí varias técnicas, como Seis Sigma, fabricación ligera y otros enfoques increíblemente útiles. Por naturaleza soy muy orientado a los detalles, por lo cual tengo los instintos adecuados para ser operador aceptable, pero no tenía las herramientas para crear procesos repetibles y para saber dónde tenía sentido ubicar esos procesos. Antes de empezar Amazon, trabajaba en un fondo de cobertura cuantitativo. Ese trabajo es muy disciplinado y analítico, pero no se trata de diseñar un proceso repetible. No es como una planta de fabricación de autos, donde el trabajo tiene que hacerse sin defectos y de la misma manera una y otra vez, o al menos, esa parte del trabajo no es tan importante. Pero aquí, ese foco en la ejecución es un factor importante, y usted puede verlo en nuestros indicadores financieros de los últimos diez años. Es muy obvio cuando, por ejemplo, vemos el número de contactos de clientes por unidad vendida. Nuestros clientes no nos contactan a menos que tengan un problema, por lo que queremos que el número baje; de hecho ha bajado todos los años en lo últimos 12 años. Esa es una gran gestión de procesos. Tratamos de implementar ese tipo de procesos en diversos lugares. Se aplican más naturalmente en nuestros centros logísticos y en nuestro servicio al cliente, entre otros, pero hemos descubierto que pueden ser útiles en muchas cosas distintas.

Cuando uno tiene experiencia con la gestión disciplinada de procesos, uno inicialmente puede creer que es lo mismo que la burocracia. Pero el proceso eficaz no es burocracia. La burocracia es el procesamiento si sentido, y también tuvimos algo de eso.

¿Qué otra cosa ha sido para su capacidad de crecer como ejecutivo y líder? A menudo, los emprendedores no son capaces de crecer al mismo ritmo que las empresas que fundan.

No sé si tenga algo profundo que decir al respecto. Cuando uno empieza, es cosa de una persona, al menos en los primeros días y uno no sólo está pensando en qué sino que está haciéndolo en la práctica. Es cierto punto la compañía crece, y uno llega a la instancia en la que pasa la mayor parte del tiempo pensando en qué hacer pero no es cómo hacerlo. Finalmente llega al punto en que uno piensa en quién va a hacerlo, y ni siquiera qué es lo que se hará. Así que una forma de ver esto es como una transición de preguntas, de “¿Cómo?” a “¿qué?” a “¿quién?”. No es necesariamente una cosa consciente: mandan las circunstancias. A medida que todo crece, no creo que se pueda operar de otra manera. Así que, básicamente, la pregunta para el alto ejecutivo es: “¿Está progresando en esta curva al paso adecuado?”.

Por supuesto que estoy sobre-simplificando, porque la realidad que usted sigue sumergiéndose en áreas escogidas. Nunca he conocido a nadie que yo considere un buen ejecutivo que no escoja actividades altamente apalancadas, algún área que considere tan importante que inspeccionarán todo el proceso hasta la FACE del “cómo”.

¿En que áreas se sumerge usted?

Cuando se trata de la forma insistente en que tratamos de bajar los precios para los clientes, todavía corrijo e inspecciono continuamente ese proceso y converso con las personas que trabajan en ello, en toda la cadena. Necesito estar seguro de que verdaderamente somos competitivos y que estamos focalizados en ofrecer a nuestros clientes los precios más bajos posibles. Pienso que ésta es una de las cosas altamente apalancadas que me involucro en la dirección desde el nivel uno hasta el nivel cinco.

¿Hay alguien en la empresa que pueda decirle que no?

Ahora que lo pienso, ¿quién no lo hace? Tenemos muchos ejecutivos fuertes, y no sólo mis subordinados directos sino que también debajo de ellos. Tenemos una atmósfera informal, la que pienso que ayuda a que la gente diga que no, y no sólo a mí. También es realmente importante que sean capaces de decir lo que piensan a su vicepresidente señor o a su vicepresidente, y a quien sea. Pienso que una atmósfera informal es tremendamente beneficiosa.

Eso no significa que no tengamos animados debates y no nos enojemos entre nosotros de cuando en cuando. La intensidad es importante. Siempre le digo a la gente que nuestra cultura es amigable e intensa, pero si no que otra, tendrá que ser intensa. Pero no hay contradicción entre ser intenso y divertirse. Es totalmente posible hacer ambas cosas. Eso es lo que tratamos de lograr, y es lo que logramos cuando estamos en nuestra mejor forma. Cuando tenemos grandes problemas, nos reunimos y nos reímos de ellos. A veces es humor negro, pero o bien se ríe o se llora. Y luego tratamos de ver cómo resolver el problema. Creo que divertirse tiene mucho valor, aunque en una cultura más formal algunas de nuestras reuniones podrían parecer indisciplinadas. En una reunión de una hora dedicamos diez minutos a bromear y a menudo soy el que más bromas lanza. Me río y digo “esto me recuerda…”, y cuento alguna historia. Finalmente alguien dice, “bien, esto es muy interesante, pero está claro que tenemos una agenda…” Y pienso que funciona estupendamente.

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viernes, noviembre 16, 2007

Las 10 claves de Fogel y Culell


En estos momentos Jean Francois Fogel y Guillermo Culell están realizando un taller de Periodismo Digital en Lima. Lamentablemente un tema de vital importancia para nuestra profesión, pero que necesita una brújula para intentar enfocar el camino que los medios deberán seguir en los próximos dos años. Las incertidumbres, al revés de los que se piensan, multiplican las certezas (muchas de ellas sin fundamento), los profetas y los sepultureros. Fogel (cabeza de Lemonde.fr y lepost.fr) y Culell (director de los sitios digitales del grupo Comercio) apuntan a la existencia de 10 claves para entender el ciberperiodismo (palabra grandilocuente y críptica), pero que muestra que los desafíos son bastante más complejos que informar a través de la red.
1.-¿Cómo dominar el cliclo informativo del Breaking News?
2.-¿Cómo ser más que el historiador del presente?
3.- ¿Cómo reconstruir un clasicismo mientras el periodismo digital viola todas las normas tradicionales del periodismo?
4.-¿Cómo definir una gráfica eficiente y atractiva?
5.- ¿Cómo acomodar e interesar al mismo tiempo a los nativos y a los inmigrantes de la web?
6.-¿Cómo funciona una producción/edición colectiva de noticias? ¿Es necesario un moderador/editor de audiencias?
7.-¿Cómo competir contra y dentro de su propia audiencia?
8.-¿Cómo ser parte de lo que será la Web3.0?
9.-¿Cómo combinar el consumo de medios y el nomadismo?
10.-¿Cómo mantener el periodismo, como una voz distinta, dentro del ciberespacio?

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martes, noviembre 13, 2007

El periodismo por The Economist

En su libro La Hora de los Gurús, John Micklethwait contaba la historia de la consultora CSC Index, que para ganar prestigio mandaba a comprar enormes volúmenes de los libros que publicaban y así encabezar las listas del NYT. Algo que ocurre en todos los países (Chile tiene casos notables), pero que rara vez se investigan. a diferencia de muchos medios, el The Economist no ha perdido la brújula y sabe que el prestigio está íntimamente relacionado a la calidad de información que entregan y el conocimiento de su audiencia. El editor en jefe de esta revista inglesa dio una entrevista que vale la pena leer, especialmente para ver cómo un medio tradicional se enfrenta a los cambios producidos por internet, a los desafíos de la escasez del tiempo y cómo consigue aumentar sus ventas en 107% desde el 2000, mientras muchos ven sus empresas caer.
Por David Hirschman
Tell me a little about the special report on religion you have been working on lately.
The big idea behind it is the idea that if you look at the century going forward, I think religion is going to play a much larger role in politics than it did in the past century. I think there was an attempt -- in some ways a rather benign attempt -- to push religion out of politics in the 20th Century. In some cases it was disastrous: in the case of communism and fascism. But what seems to be happening now is that you have religion growing in a large number of places, and largely it is religion by choice, rather that "religion from above."… And this is changing quite a lot in politics, because if you choose to be a certain religion, then it's more likely that you are going to have a public interest in views connected to that religion being put forward.

This kind of project doesn't seem like the kind of thing the editor of a major news magazine usually does. Is this part of the job description as editor of The Economist?
The advantage of going off to do a long story is that it allows you to sort of recharge your intellectual batteries a bit, and ideally the subject is something about which you know a bit but not a huge amount. It's a way of pulling more into your world. [My predecessor, Bill Emmott] went off and did one on the 21st Century ... he did stuff on capitalism, as well. It's the kind of thing that Economist editors have always done. It's a nice indulgence that you get five weeks to go and do it. It's not built into the job description, and [laughs] about three-quarters of the way through it you wonder exactly why you are doing it, because vast amounts of your day job still come back and hit you. But, in general I think it's a good idea; you learn a lot.

Who is your target reader these days, and if you had to sum up the mission of the magazine under you, what would it be?
I think the mission of The Economist under me is not very different from what it's been under my predecessors. It's been a mixture of, on the one hand, trying to grow the circulation and expand; we think there is an ever-growing number of people around the world who are not interested in not just good coverage of where they are, and also of the world around them, because your world can get dramatically changed by things happening miles and miles away. That said, if we just sat there and though, "We want to just write global stories," that wouldn't work. I think the key is to write about every region of the world, and to do it in such a way as to compete with the local press where you are. I think if you can tell a good story then it travels.

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jueves, noviembre 08, 2007

Periodismo emergente


La guerra de Irak no sólo ha dejado más de un centenar de periodistas muertos en acción. Pero también una lección que para los medios tradicionales se está convirtiendo en un problema: encontrar jóvenes corresponsales que arriesguen el pellejo por "un salario bajo y una vida al límite". La adrenalina que a muchos los llevó a meterse en las selvas del Congo, Sri Lanka y Vietnam, ya no transmite el mismo aroma. En este artículo del The Economist se plantea el cómo está cambiando la formación de los periodistas, de cómo ciertos temas aparecen restándole reinado a materias que siempre fueron "bases" de la profesión y cómo ha cambiado la mirada sobre la noticia misma. Cada vez se hace más complejo definir tendencias y saber en qué debemos formar a los periodistas. Las nuevas tecnologías -que hacen imposible entender del todo el cambio, hasta después de habernos golpeado- está creando un nuevo tipo de profesional, más cerca de los personajes de Philip Dick que los de Joseph Conrad.

Economist.emergente

TRADITIONAL media may be declining in much of the richworld, but in poor countries it is booming. The growthin private media in developing countries has spurredmuch of the demand, as has new technology. That is stoking journalism training in far-flungplaces, in many shapes and sizes. Joe Foote, anAmerican professor, reckons there may be up to 3,000 courses.
They range from full degree programmes to theshort-term specialist training offered widely acrossAsia, Africa and Latin America. Groups offering suchcourses include the BBC World Service Trust, theReuters and Thomson Foundations, the Institute for Warand Peace Reporting (IWPR) and Internews Network, amedia-development charity based in America. The AgaKhan, a tycoon-philanthropist and religious leader whohas media businesses in the developing world, isconsidering starting a programme in Africa.
The trend took off after the collapse of communism,when former Soviet-block countries sought newjournalists to replace the hacks of thestate-controlled propaganda machines. Having startedin Poland in the 1990s, the BBC trust has operated inover 50 countries, training more than 1,500journalists in at least 15 languages.

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lunes, noviembre 05, 2007

Las dimensiones de las redes sociales

Muchas veces las cifras son implacables. Mientras la creación de contenidos en sitios como Wikipedia registró un aumento de un 5% entre el 2005 y el 2006, la incorporación a alguna de las docenas de redes sociales que hoy existen en la red lo hizo en un 689%. Un fenómeno cargado de misterios aún y que no sólo abre las puertas a los medios de comunicación y a los periodistas. La pregunta es cómo hacer que estas redes sociales se transformen en un flujo de contenidos constante y relevante y, además, cómo lograr que nuestras audiencias se involucren en ellas. Tanta Facebook como MySpace abrieron nuevos facetas para el reporteo y son muchos los periodistas que están recopilando buenas historias desde estas redes sociales. Pero esta es la primera parte de la colaboración. Habrá que definir muy bien lo que viene. Las audiencias están cambiando más rápido de lo que las llegamos a entender. Este artículo fue publicado por Qué Pasa.

Por Christine Rosen
Quepasa.Artículo
Durante siglos, los ricos y poderosos han registrado su vida y su estatus en los retratos pintados. Estos dan pistas sobre sus vidas diarias y, sobre todo, de su posición social. También los autorretratos pueden ser especialmente instructivos. Al mostrar cómo el artista desea ser visto, develan su ego y modestia, la importancia o la ironía con que se concibe a sí mismo. Hoy nuestros autorretratos son democráticos y digitales: están hechos de pixeles. Los sitios de redes sociales como MySpace y Facebook son dichos autorretratos modernos, e incluyen música de fondo, fotos cuidadosamente manipuladas, así como listas de nuestros hobbies y amigos. Son interactivos: invitan a que los espectadores respondan.

Los creamos para consumir amistad, amor y esa ambigua cosa moderna llamada "estar conectado". Actualizamos estos retratos online, pero como son objetos digitales, son mucho más efímeros que un óleo sobre tela. Estadísticas vitales, vistazos de carne desnuda, listas de bandas favoritas, todo ello clama por nuestra atención, y es este deseo humano el que surge como tema dominante en estas galerías virtuales.

Aunque estos sitios aún están en su infancia, su impacto cultural se ve en todas partes: en el idioma (ahora "amigo" se ha convertido en un verbo en inglés, algo así como "amigar"), en la política (los aspirantes presidenciales tienen que mostrar sus virtudes en MySpace), y en los campus universitarios (en donde el hecho de no usar Facebook puede ser una desventaja social). Pero estamos sólo en los albores de las consecuencias del uso de estos sitios, tanto para la amistad como para nuestras nociones de privacidad, autenticidad, comunidad e identidad. El oráculo délfico que decía "conócete a ti mismo" se ha transformado, en el mundo de las redes sociales online, en muéstrate a ti mismo.

Un boom online
La primera de estas redes sociales fue el Bulletin Board System, de los años 80, que permitía a los usuarios colocar mensajes públicos, enviar y recibir mensajes privados, jugar e intercambiar programas.
Otros sitios comunitarios para establecer conexiones surgieron en los 90: Classmates.com (1995); Company of Friends, un sitio orientado a los negocios (1997); y Epinions, fundado en 1999 para permitirles a los usuarios dar sus opiniones sobre productos de consumo.
Otra nueva generación de sitios de redes sociales surgió en 2002 con el lanzamiento de Friendster.com, cuyo fundador, Jonathan Abrams, ha reconocido que su principal motivo era conocer mujeres atractivas. A diferencia de las comunidades online previas -que reunían a desconocidos anónimos-, Friendster utilizó un modelo de redes sociales conocido como el "Círculo de Amigos": los usuarios invitan a sus amigos y conocidos a participar en la red.

Friendster fue un exitazo. A mediados de 2003, contaba con millones de usuarios registrados. Sin embargo, la mala administración de la compañía permitió que un nuevo sitio, MySpace -lanzado en 2003-, pronto lo superara. Originalmente creado por músicos, MySpace se ha convertido en un importante lugar de reunión -con más de 100 millones de usuarios registrados- para compartir música, videos y fotos. Estar conectado es un gran negocio: en 2005, Rupert Murdoch, de News Corporation, compró MySpace en US$ 580 millones.
El otro proyecto exitoso es Facebook, lanzado en 2004 y originalmente restringido a estudiantes universitarios. El sitio -que toma su nombre de los álbumes con fotos que las universidades les entregan a los novatos- pronto extendió su membresía a los escolares de secundaria y ahora está abierto a todos. Millones de estudiantes revisan sus páginas de Facebook varias veces al día y se pasan horas enviando y recibiendo mensajes, o realizando citas.
Existen decenas de sitios similares, como Orkut, Bebo y Yahoo 360º. Microsoft anunció recientemente sus propios planes de crear uno llamado Wallop: la compañía asegura que brindará "una forma enteramente nueva para que los consumidores expresen su individualidad online". Los sitios de nicho también florecen: existen los de fotógrafos, de los amantes de la música y los fanáticos de los deportes. Y para quienes quieren unirse a uno y no saben cuál es el indicado, existen otros sitios que los ayudan a localizar la comunidad online adecuada para sus intereses particulares.

Los sitios de redes sociales también son terreno fértil para quienes viven de obtener la atención de los demás, como los comerciantes y los políticos. Sellos musicales, editoriales y estudios cinematográficos han creado páginas para sus productos. En algunos casos han desarrollado sitios oficiales en MySpace para personajes ficticios del cine y de los libros. Algunas mascotas deportivas e íconos de marcas también las tienen. Procter & Gamble tiene una página en MySpace para la pasta dental Crest, que incluye una sensual modelo llamada "Miss Irresistible": este verano tenía unos 50.000 usuarios registrados como sus amigos.

Con las primarias presidenciales en camino, los candidatos han abrazado la política de no dejar atrás ninguno de estos sitios. Hillary Clinton tiene páginas oficiales en MySpace, Flickr, LiveJournal, Facebook, Friendster y Orkut. En julio tenía 52.472 amigos en MySpace (un poco más que Miss Irresistible). Su rival Barack Obama tenía la impresionante cifra de 128.859. En materia de redes sociales online, los aspirantes republicanos a la Casa Blanca lo hacen peor que sus oponentes demócratas: algunos de ellos ni siquiera tenían presencia en las redes y los que sí no tenían tantos amigos en MySpace como Hillary.

A pesar de la creciente variedad de sitios de redes sociales, los más populares comparten ciertas características. Por ejemplo, en MySpace y Facebook el proceso de establecer la identidad online es relativamente simple: dar el nombre, dirección, e-mail y algo más de información, y ya se está listo para crear un personaje online.

MySpace incluye una sección -"acerca de mí"- donde se puede colocar un nombre, edad, lugar de residencia y otros detalles personales, como signo zodiacal, religión y orientación sexual. También está la sección "a quién me gustaría conocer", que en la mayor parte de los perfiles de MySpace está llena de imágenes de celebridades. Los usuarios pueden listar su música favorita, películas, programas de TV, así como sus héroes personales. Un usuario "amiga" a otras personas, esto es, las invita por e-mail para aparecer en su "Espacio de Amigos", donde éstos son listados y ranqueados. También existe una sección donde los amigos pueden colocar notas. MySpace les permite a los usuarios personalizar sus páginas, cargándolas con imágenes, música y videos; de hecho, una de las características de la mayoría de las páginas es la ubicuidad del abarrotamiento visual y de audio.

Juego de redes
Vale la pena detenerse para describir esta nueva forma de interacción humana. Los sitios de redes sociales "conectan" usuarios mediante una red (literalmente una red computacional). Pero el término "conectar" se usa desde hace mucho para describir un acto intencional de conexiones sociales, especialmente de profesionales que buscan contactos que les sirvan en sus carreras. Cuando la palabra entró en circulación en los 70, las redes computacionales eran escasas. En ese entonces, "red" solía referirse a la televisión. Pero los cientistas sociales ya usaban la noción de redes y nodos para mapear las relaciones humanas y calcular cuán estrechamente estamos conectados.

En 1967, el sociólogo de Harvard Stanley Milgram publicó los resultados de un estudio sobre las conexiones sociales al cual llamó el "experimento del pequeño mundo". "Imaginemos dos personas en el mundo: X y Z. ¿Cuántos vínculos con conocidos se necesitan antes de que X y Z se conecten?". La investigación, que consistió en enviar una especie de correo en cadena y monitorear su recorrido hasta llegar a la persona determinada, dio como resultado un promedio de 5,5 conexiones. La idea de que todos estamos conectados por "seis grados de separación" se convirtió en un cliché.

Pero, ¿es cierto aquello?
Duncan J. Watts, profesor de Columbia University, testeó la teoría de Milgram. Su experimento también utilizó el correo electrónico para determinar si "dos personas pueden llegar a conectarse por 'seis grados de separación'". A diferencia del experimento de Milgram, que se limitó a Estados Unidos, el de Watts es global. "Los destinatarios incluían a un profesor universitario en EE.UU., un inspector de archivos en Estonia, un consultor tecnológico en India, un policía en Australia, y un veterinario del Ejército noruego".Los resultados iniciales sugieren que Milgram pudo haber estado en lo correcto: los mensajes llegaban a los destinatarios en cinco a siete pasos, en promedio. Albert-László Barabási ha escrito: "El mundo se ha reducido porque los vínculos sociales se activan fácilmente, y la cantidad de vínculos que puede activar un individuo ha crecido dramáticamente, bajando los grados de separación. Milgram estimó seis; hoy podrían ser tres".

¿De qué tipo de "vínculos" se trata? En un ensayo de 1973, el sociólogo Mark Granovetter sostenía que relaciones débiles, como las que se forman con los compañeros de trabajo, eran más útiles para difundir cierto tipo de información que las redes de amigos cercanos o familiares. Las redes sociales de hoy son en su mayoría agregados de vínculos débiles. Nadie que tenga miles de "amigos" en MySpace piensa en ellos como en sus amistades de carne y hueso. No es extraño, entonces, que las actividades que fomentan las redes sociales sean precisamente las que promueven los vínculos débiles, como esparcir rumores, conocer gente y seguir los siempre cambiantes movimientos de la cultura popular y de la moda.

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